A los niños pequeños les encanta garabatear mientras exploran su creatividad y ponen sus ideas en papel. También se considera «pre-escritura», una tarea que los acerca un paso más a la escritura de letras y palabras. Añadir el trazado al tiempo de dibujo de tu pequeño, ayuda a afinar esas habilidades de pre-escritura, estableciendo una base sólida para el dibujo y la escritura emergente.
¿Por qué el trazado es beneficioso para los niños pequeños?
A primera vista, el trazado parece sencillo. Es solo copiar algunas líneas, letras o dibujos, ¿verdad? En realidad, el trazado es muy beneficioso – ¡y es una forma divertida de aprender!
Para los niños de 2 a 3 años, el trazado ayuda a desarrollar:
Habilidades de motricidad fina
El trazado es una forma poderosa de practicar el control de la motricidad fina. Los niños pequeños están empezando a entrar en el período de escritura emergente, cuando empiezan a entender que la escritura es otra forma de expresar sus pensamientos. Sin embargo, todavía no tienen la fuerza motriz fina y el control para escribir cartas.
Actividades sencillas, como trazar líneas y formas, pueden fortalecer y coordinar los dedos, las manos y las muñecas de tu niño pequeño. Cuanto más practique, mejor podrá agarrar su elemento de escritura y controlar sus movimientos.
Habilidades de pre-escritura
Cuando le des a tu niño unas líneas rectas o en zigzag para trazar, aprenderá los primeros pasos para escribir cartas. El trazado puede afinar las habilidades de dibujo y escritura de tu niño para proporcionarle movimientos más refinados y coordinados que necesitará para escribir a mano. Otros beneficios de la escritura previa al trazado incluyen:
- Desarrollo de la mano dominante (aunque una mano favorita no suele ser frecuente hasta por lo menos los 4 años de edad).
- Obtener la capacidad de agarrar y manipular herramientas de escritura.
- Desarrollo de la coordinación mano-ojo para escribir donde sus ojos le dicen.
- Cruzar la línea media, lo que ayuda al seguimiento visual y a la conciencia de derecha e izquierda.
Concentración y enfoque
La concentración y el enfoque a menudo van de la mano con las habilidades de pre-escritura. A medida que tu niño pequeño usa su mano y sus dedos para mover un lápiz, un crayón o un rotulador a lo largo de una línea, tiene que concentrarse en lo que está haciendo. Para seguir esa línea, tiene que seguir observándola y recordarse a sí mismo que debe seguir agarrando su elemento de escritura y mantenerlo en movimiento. Es mucho en lo que debe concentrarse, pero todo funciona para desarrollar su memoria de trabajo y su atención.
Habilidades visuales-espaciales
Las habilidades visuales-espaciales de tu niño se refieren a su capacidad de sentir dónde están las cosas a su alrededor, como la distancia entre el papel de la mesa y su cara. A medida que experimenta con el trazado, aprenderá a conectar lo que ve (líneas o formas, por ejemplo) con la forma de formarlas con su lápiz.
Habilidades de creatividad y dibujo
A través del trazado, tu niño también aprenderá a crear movimientos que puede utilizar para hacer dibujos por sí mismo. El trazado de líneas curvas, por ejemplo, le llevará finalmente a dibujar una línea curva por sí mismo, que puede utilizar para hacer un arco iris.
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